jueves, 6 de mayo de 2010

EVALUACION DEL USO DE ACIDOZOLEDRONICO EN PACIENTES CON CANCER DE MAMA METASTASICO A HUESO


Las metástasis óseas son un evento común para muchas neoplasias malignas. Estas proporcionan un deterioro significativo de la calidad de vida, conducen a varias complicaciones que requieren la actuación del personal médico para paliar los efectos que se producen.1 Cerca del 80 % de las metástasis esqueléticas son secundarias a tumores malignos de la próstata, mama, pulmón, riñón y tiroides.

Las radiaciones ionizantes, la cirugía ortopédica, los agentes hormonales y citotóxicos, así como los analgésicos, han sido tradicionalmente utilizados en el tratamiento de las metástasis óseas. Más recientemente se han incorporado los bifosfonatos, dirigidos a inhibir el osteoclasto. Hoy día, estos fármacos son utilizados para la prevención y tratamiento de las complicaciones esqueléticas3 y constituyen el tratamiento de elección en la hipercalcemia inducida por tumores malignos, además de reducir el dolor óseo.

Conclusiones
El presente estudio constituye el primer reporte en Cuba, de la utilización de los bifosfonatos en una localización tumoral. Se ha demostrado la eficacia del AZ en el tratamiento de la enfermedad metastásica ósea por el cáncer de mama en términos de reducción de los EER, el tiempo de aparición de estos, incremento de la SV, así como la reducción del dolor y el consumo de analgésicos, y por ende, la elevación de la calidad de vida. Por otra parte, se ha corroborado el buen perfil de seguridad que posee el AZ cuando se cumplen las guías de su administración, que permiten su utilización incluso más allá de 24 meses.

Jorge L. Soriano GarcíaI; Noyde Batista AlbuerneII; Mayté Lima PérezII; Joaquín González GonzálezII; Angela Gutiérrez RojasIII; Patricia Luaces ÁlvarezIV
Dirección de Ensayos Clínicos. Centro de Inmunología Molecular. La Habana, Cuba.

CANCER DE MAMA

ENDOSCOPIA GASTRICA

INFECCION POR HELICOBACTER PILORI EN PACIENTES CON MUCOSA SANA Y CON GASTRITIS EROSIVA


Helicobacter pylori (HP) es un bacilo gramnegativo que coloniza e infecta la mucosa del epitelio gástrico. La bacteria sobrevive a la acción de la capa de mucus que recubre la superficie del epitelio gástrico, se establece en la superficie luminar del estómago, donde desencadena una intensa respuesta proinflamatoria que se caracteriza por la liberación de linfocitos B y T, que denotan la aparición de una gastritis crónica. Luego se produce la infiltración de la lámina propia y del epitelio gástrico por neutrófilos quimioatractantes, macrófagos y leucocitos polimorfonucleares, que eventualmente fagocitan la bacteria y que permiten el diagnóstico de una gastritis activa. La interacción de HP con la superficie de la mucosa también trae como consecuencia la liberación de citoquinas como las interleuquinas 6, 8 y 10 y el factor de necrosis tumoral alfa, lo que trae como consecuencia el reforzamiento de la respuesta inflamatoria.

Se estima que aproximadamente 1 billón de la población mundial esta infectada por HP, aunque el dato exacto se desconoce porque no se sabe con exactitud que cantidad de personas infectadas hay en los países en vías de desarrollo, donde la incidencia es mayor que en los países desarrollados. En los países en vías de desarrollo, la infección se adquiere comúnmente en la niñez, por lo que al llegar a la adultez prácticamente el 90 % de la población se encuentra afectada. En los países desarrollados, en cambio, la infección se adquiere en la adultez y poco menos del 10 % de los niños menores de 12 años resultan infectados. Asimismo, el papel patogénico de HP puede diferir, en dependencia del área geográfica y de la raza. La raza blanca parece ser menos susceptible a la infección que el resto de los grupos raciales.2

La reacción en cadena de la polimerasa (PCR del inglés Polymerase Chain Reaction) es un método de alta especificidad y sensibilidad, que ha sido sugerido como patrón de oro para el estudio de HP. A su favor cuenta con la ventaja de poder ser utilizada con cualquier tipo de muestra, aunque se predicen diferencias en la sensibilidad y la especificidad en dependencia de la muestra utilizada.5 No obstante, la confiabilidad que reporta en muestras de biopsia gástrica ha sido demostrada, por lo que su empleo en la detección de HP en estas muestras es muy difundido.


María Teresa Martínez EchavarríaI; Guillermo Noa PedrosoII
I Licenciada en Microbiología. Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras", La Habana, Cuba.

LAS INCRETINAS:UN APORTE AL TRATAMIENTO DE LA DIABETES MELLITUS


Durante el último lustro se ha venido publicando un número creciente de reportes sobre la utilidad de un nuevo grupo de medicamentos conocido como las incretinas. Su denominación resume el efecto que muestran sobre el eje enteroinsular (INsulin seCRETion of INsulin), 2 hormonas: GLP-1 y GIP, la primera es de relevancia clínica, lo que constituye un aspecto de la fisiología normal y patológica de sumo interés e impacto en la patogenia del síndrome diabético, particularmente, el vinculado con la diabetes tipo 2,1 un fenómeno también identificado en estados de tolerancia alterada a la glucosa.

Este primer intento "resolvió", parcialmente, un escollo de importancia farmacodinámica. Por una parte, la rápida degradación a la que está sometida la hormona por el complejo enzimático dipeptidil-peptidasa (DPP-4) es contrarrestada por una relativa resistencia de la droga, que permite administrarla, por vía subcutánea, en 2 dosis diarias, lo que la asemeja al uso clínico de las insulinas disponibles. Por otra parte, su alto costo y la posibilidad de generar inmunogenicidad, con una reducción modesta de los niveles de hemoglobina glucosilada menores de 1 %, aconsejan su uso sólo de forma combinada con otros antidiabéticos,4 sin constituirse en sustituto de la insulina.

La disfunción del islote pancreático, característico de la diabetes de tipo 2, con un agotamiento progresivo de la célula beta, sumado a una mayor liberación de glucagón, ha estimulado la generación de otra familia de drogas, las gliptinas, capaces de inhibir las enzimas responsables de una rápida degradación de las incretinas, lo que garantizaría mayor estabilidad en la estimulación fisiológica de la secreción de insulina, sin el negativo poder inmunogénico, mencionado ya varias veces.

De cualquier forma, las razones antes expuestas hacen de ellas un grupo interesante, que las convierten en herramientas para el abordaje multifactorial del problema hiperglucemia, como fenómeno común a este grupo de riesgo vascular que engloba el síndrome diabético.

DrC. Emilio F. Buchaca Faxas
Profesor Auxiliar de Medicina Interna
Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras"

DIABETES MELLITUS